De nuevo en un centro educativo, esta vez en Logroño, construimos un domo geodésico que servirá para actividades diversas con los chavales.

Menos mal que todavía se podía ir a los bares y nos pudimos tomar unos vinillos en la famosa calle Laurel, que nos quiten lo bailao…

Gracias a tod@s por participar y especialmente a Jesús por la iniciativa geodésico-educativa. ¡suerte a tod@s con vuestros domos!